Starting your prayer room

De la comunión a la intimidad Efectivamente, con nuestra mente, alma y corazón, todos podemos tener comunión con el Señor en todo lugar, pero el lugar secreto está diseñado para que podamos tener intimidad con Dios. Tal intimidad no sucede sola, ella es fruto de la búsqueda. Debemos ir tras Él y, de alguna manera, prepararnos para su encuentro. Es tiempo de buscar a Dios. Yo dije: «Planten buenas semillas de justicia, y levantarán una cosecha de amor. Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al Señor para que él venga y haga llover justicia sobre ustedes». Oseas 10:12 (NTV). Nuestro primer día de este desafío es muy simple, solamente se necesitará una firme decisión de tu parte: comenzar sencillamente apartando un lugar para reunirte con Él. Ese será un espacio especial para esperar tu cosecha de amor de su parte, un lugar donde ararás, sembrarás y recibirás lluvias de justicia durante los próximos veintiún días. Él estará allí a partir de hoy. Sé sincero, abre tu corazón y pídele que te hable. Seguramente te esperan grandes cosas. Tendrás experiencias sobrenaturales en ese lugar. Recibirás visiones, sueños y revelaciones. Y, sobre todo, comenzarás a enamorarte de Él más que nunca. ¿Quieres empezar a prepararte para el encuentro? Pues, te invito. Y recuerda, la preparación está directamente relacionada con nuestras expectativas. Día 1 ungir la piedra 33 En toda la Biblia vemos relatos de situaciones en que las personas estaban listas para la visita de Dios. Yo seleccioné algunas de esas maravillosas historias para ti. Cuando decimos, por ejemplo, que Jacob ungió la piedra, significa que consagró un lugar áspero e inacabado. No fue perfecto, pero Dios lo encontró allí. Veamos cómo sucedió en este primer pasaje. Un lugar para orar Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: «Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía». Y tuvo miedo, y dijo: «¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo». Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella. Génesis 28:16-18 (RVR1960). Después de que el Señor lo visitó en un sueño Jacob se levantó y ungió la piedra que estaba debajo de su cabeza como almohada, y dijo: «¡Esta es la casa de Dios!». No tenía un edificio terminado, pero tuvo un encuentro con Dios tan profundo que ungió el lugar e hizo la primera mención en la Biblia de la Casa de Dios. Hoy, metafóricamente tú también puedes ungir la piedra al reservar un lugar para orar. Tal vez no tienes una habitación que puedas separar, o quizá la que deseas usar está llena de cosas y no sea muy bonita, pero todo lo que necesitas hacer es tomar una decisión consciente en tu corazón. Puedes reservar un rincón de una Mi corazón arde por ti 34 habitación si no tienes una entera a tu disposición; y no necesitas gastar dinero para que sea bonita. ¡Hoy puedes encontrarte con Él en ese lugar tal como es y ungir la piedra! Su presencia te enseñará y te dará todo lo que necesitas para arreglar esa habitación como Él quiera que sea, para que puedas comenzar a experimentar una dimensión completamente nueva de su gloria. El arca del Señor De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar a la casa de Obededom geteo. Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa. 2 Samuel 6:10-11 (RVR1960). El rey David trató de llevar el arca del Señor nuevamente a Israel. Sin embargo, hubo mucho miedo en la nación después de la muerte de Uza, hijo de Abinabab, quien tocó el arca para evitar que cayera después de que los bueyes tropezaran. La muerte de ese hombre hizo enojar al rey y decidió no llevarla todavía a la ciudad, temeroso del zvz cx cszc as cc zczx cxz cxz cxz cz xc xzcawefsdacvsdc c ascx ascw csa §asc asc acasc